En las campas de Dima se dio el mayor de los refrendos a Adecap. Decenas de miles de personas dibujaron en el campo de aviación un cuadro sin parangón de fidelidad, armonía, fiesta y reivindicación. Como todos los años en ese emblemático escenario aterrizaron las ilusiones y sentimientos de cazadores y pescadores a la vez que despegaban las legítimas reivindicaciones de un colectivo herido pero nunca rendido. Desde el estrado y a pie de campa, en un grito unánime y firme, se esbozaron con crudeza los ataques sufridos y las carencias institucionales padecidas. Media veda, la prórroga de la paloma torcaz, el mal llamado perdigón ecológico, nueva directiva de aves y hábitats… son dispares y disparatados los frentes que tienen abiertos los cazadores.
Frentes que implican retos a ser asumidos por los cazadores, causados de afrentas y de ciertos políticos, felizmente postergados en algunos casos por el vaivén electoral.
A rebufo de la resaca electoral y orillando un instante la crispación del colectivo se puede decir que en Adecap hay un claro bipartidismo, cazadores y pescadores, bendito bipartidismo. En Adecap hay una comunión blindada que le otorga una fuerza tremenda renovada felizmente con la juventud de Adecap Gazteak que asegura ideas frescas y un futuro esperanzador. Adecap, integrada en la potente Oficina Nacional de la Caza, cree en la naturaleza, la defiende y sabe fundadamente que una caza racional es su mejor blindaje. Tanto ataque, continuado y carente de base, cansa y dispara, nunca mejor dicho, el instinto defensivo de un colectivo agraviado a menudo. De campos y montes a las calles hay un trecho que, sin duda, será recorrido como paso necesario a manifestar una indignación que crece y crece. Que no duden quienes atacan al colectivo que, con razones y criterio, tendrán cumplida respuesta, porque los cazadores no van a seguir perdonando a algunos políticos carentes de valentía y dignidad que les hostigan constantemente para complacer a ciertos urbanitas y determinados mesías de la Naturaleza y recibir sus votos. Cientos de jóvenes cazadores llegados de toda España se dieron cita en Dima para apoyar a Adecap Gazteak.
Chicos, chicas, incluso algunos postergados en sillas de ruedas, gesto inédito que es de agradecer. No faltaron tampoco a la cita gente joven, niños, niñas, abuelos y un sin fin de simpatizantes que disfrutaron de la fiesta en un ambiente de sana camaradería. La presencia institucional, salvo la de Juan María Atutxa, nula. Allá ellos, no importa, cazadores y pescadores saben bien quien les apoya y quienes no, aunque siempre gusta verse arropados por los que les apoyan. En esta vida todos recogemos los frutos que sembramos, si la semilla está sin contaminar. En definitiva, Dima fue una respuesta en bloque y sin bloques. Y créanme que agrupar a tantos miles de paisanos en un paraje tan alejado y con medios tan escasos no está al alcance de cualquiera. Transmitirles también como no, a todos los asistente en nombre de Adecap, las Federaciones de Bizkaia, Araba y de Jóvenes por la Caza su agradecimientos más sincero.