15 de Junio de 2003. Decimoprimera fiesta.

El escenario de Zumeltza se consolida como eje vertebrador de la fiesta de Adecap, un modelo que se comienza imitar por otros lares, y que estratégicamente se muestra equidistante de las tres capitales de Euskadi en un ambiente campestre bien equipado para la celebración, la reivindicación y la fiesta de cazadores y pescadores.

De nuevo una excelente exhibición de perros de muestra a cargo del campeón de España, Joxean Rekondo, acompañado del incombustible Iñaki Elorriaga, después de las exhibiciones de casting y surf casting o las veloces carreras de galgos y antes de la vistosa cetrería de Isaac Jimeno y una simbólica suelta de jabalíes. En medio, un festival de pericia con escopetas, Benelli, a cargo del americano Tom Knapp, capaz de disparar y acertar sobre todo lo que se mueva, grade, pequeño, cerca o lejos.

Por la tarde, tiempo para nuestros deportes con Ernesto Ezpeleta “Biurri” y Kepa Atutxa; levantamiento de piedra entre Zelai, Aimar Irigoien y Goenatxo; y corte de troncos a cargo de Esteban Saralegi y su hijo Beñat.

Por supuesto, la “miniferias” de lujo con Borchers, Beretta-Benelli, Laurona, Ardesa, Uee, Gb… junto a un montón de actividades fijas que ya son parte del evento festivo.

Juan Antonio Sarasketa, desde el estrado, reclamó a los administradores públicos y a los políticos que “gestionar no es sancionar, y sí generar vida silvestre y cultivar el ocio de las personas” recordando una vieja cuestión latente desde la primera fiesta: “¿qué pasa con el envenenamiento del campo y lo que en él se siembra?”. No son años fáciles para trabajar con la Administración, al parecer con intereses divergentes con los cazadores en cuanto a la gestión racional de los recursos cinegéticos.