Tres meses después de la macromanifestación en la Castellana madrileña del 1 de marzo, días antes de unas elecciones generales, y cambio de ministra de Medio Ambiente de por medio, permiten mantener en todo lo alto las aspiraciones y las reivindicaciones en un cierto ambiente de optimismo. Miles de vascos se desplazaron a Madrid reivindicando ser escuchados y un respeto al medio rural, a sus gentes y sus actividades, y en junio volvieron a anegar Dima en su ya obligada cita anual.
La relación de actividades festivas es similar a la de años anteriores, se sigue sin poder disparar, aunque junto a Lorenzo Urra, flamante campeón del mundo, debuta Jon Rementería en la exhibición de caza práctica. La miniferia ya cuenta con “fijos” como Borchers, Beretta-Benelli, Laurona, Ardesa, Excopesa, Eisport o Chiruca. Por supuesto, como actividades fijas están las consolidadas como el montaje de moscas artificiales, exposición de artículos de caza y pesca, concurso canino de belleza, arquería, silvestrismo, palomas torcaces con cimbel, una pantalla gigante de televisión con imágenes, productos del país, carros de transporte de perros, vehículos todo terreno, revistas especializadas, bares y kioskos…
La lluvia de días anteriores anula el parking en la campa y las hileras de coches en los arcenes son kilométricas. Los representantes políticos amplían su presencia con siglas desconocidas hasta este año y siete personajes “animalistas” –siete- pretenden boicotear los discursos llamando asesinos a los asistentes. La rápida respuesta de la organización evita males mayores y los provocadores se marchan como llegan, rápido y callando. Una pancarta que decía “Ekoterrorismo kalera – Utzi bakean ehiztariak” pasó a ocupar su lugar frente al estrado entre muchísimos aplausos.
Juan Antonio Sarasketa recordó que la manifestación de Madrid “ha marcado un antes y un después” por lo que quiso transmitir un mensaje “más optimista” que en ediciones anteriores, no sin proponer “a nuestra Administración que cazadores y pescadores ocupen cargos de responsabilidad en instituciones y en el gobierno para apoyar a los técnicos y para apoyar a los políticos. Todos saldríamos beneficiados. Ha llegado el momento de dar un paso adelante y demostrar ese tópico tan común entre cazadores de que somos los primeros ecologistas. Quien nos apoye, que tenga bien presente que no se va a arrepentir. Nuestra mano está tendida” aseveró el eibarrés.