De nuevo más de 40.000 personas de toda Euskalerria e incluso alrededores desafiaron al tiempo para sumarse a la fiesta de Adecap y las federaciones vascas también en la capital alavesa por segunda vez.

Caballos de Zaldiaran desde las diez de la mañana, a pesar de un xirimiri que también quiso recordar dónde vivimos y que junio nos puede deparar todo tipo de sorpresas, precedieron a una exhibición de perros de muestra que se debían de saldar con capturas hechas con arco. La dificultad de acertar con las fechas al vuelo quedó patente, a pesar de la puntería de los arqueros. Luego la carrera de galgos fue la antesala para que el tirador Gonzalo Gómez realizara una exhibición con semiautomáticas de Beretta, Benelli y Franchi, haciendo las delicias de la atestada campa de Salburua a esas horas.

Un joven espontáneo voluntario no se quedó a la zaga en el festival de tiros, y luego resultó ser el hijo de Fernando Gómez, demostrando la calidad de una gran promesa.

Faltó a la cita, al parecer por desacuerdos con la firma patrocinadora, el tirador Iñaki Uzkudun.

Sobre las tres de la tarde un gran chaparrón asustó sólo a los más miedosos, porque la tarde continuó en su tono festivo, con actividades de deporte autóctono de los Saralegi, debutando el joven Beñat con 10 años, y una ronda de animales con Gorriti. La llegada de paracaidistas fue imposible por las implacables tormentas vespertinas.

A mediodía, Juan Antonio Sarasketa desde el estrado reclamó con voz bien alta que “la caza y la pesca necesitan respuestas urgentes” ante el cúmulo de asuntos por solucionar y que “no vamos a permitir que se gestione a espaldas de los cazadores y pescadores”.

Además, el presidente de la federación alavesa de caza, José Ventura Jauregialzo, presentó los Campeonatos del Mundo que llegarían a Álava en Octubre de ese año.